Las gobernaciones de Bolivia priorizan la construcción de caminos y otras áreas en desmedro de la atención a salud, adonde destinan un promedio de 4% de la inversión presupuestada, según los datos analizados por la Fundación Jubileo.

“El destino de la inversión de las gobernaciones prioriza el sector Caminos, con 38%; seguido de Agropecuaria, con 23%. La inversión en otros sectores productivos (Comercio, Industria, Servicios para el Desarrollo y Turismo) llega aproximadamente a 1,6%. La inversión en Salud solamente llega a 4%”, indica el estudio ¿En qué gastarán el dinero los gobiernos departamentales el 2021? de la Fundación Jubileo.

“En ese 4% están los hospitales, clínicas, centros de salud y postas. El dato es un promedio de lo que le toca al sector en todo el país. Esto lo deciden en el marco de las autonomías”, informó a La Razón René Martínez analista de Jubileo.

Según el analista, el 2019 el presupuesto para salud era 4%, en 2020 era el 5% y no hubo asignación más grande. “Llama la atención que el 2021 ese presupuesto se hizo en medio de la pandemia y es una reflexión, deberían dar más recursos al sector”, dijo Martínez.

El estudio detalla que el presupuesto total asignado a los nueve gobiernos departamentales (incluyendo el Gobierno Regional del Gran Chaco) asciende a Bs 9.520 millones, “de los cuales Bs 5.710 millones son efectivamente para la gestión departamental, mientras el saldo corresponde a gastos delegados”.

El presupuesto para la gestión departamental disminuyó en aproximadamente 13% en comparación con el presupuesto el año anterior.

“Del total del Presupuesto 2021 para los gobiernos departamentales, Tarija tiene la mayor asignación de recursos, con aproximadamente 25% del total, seguido por Santa Cruz con 23%, La Paz con 11%, Potosí con 10%, Cochabamba y Chuquisaca cada uno con 9%; y los otros tres departamentos reciben, en conjunto, el restante 13% de la torta”, detalla el estudio.

Este año, 579 proyectos de inversión están programados en el presupuesto aprobado para Gobernaciones, 305 menos que el presupuesto 2020, lo que refleja una disminución significativa de la inversión departamental.