Jubileo en la prensa


Exportaciones crean divisas para importación
Exportaciones crean divisas para importación
> Gobierno aceptó que la producción nacional tiene demanda internacional, y ahora toca facilitar la venta a los mercados mundiales para generar mayor valor agregado, así como divisas para el país
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Las exportaciones son importantes para el país porque generan divisas para que el mercado nacional pueda importar productos o servicios, por eso los consumidores internacionales son importantes para la producción nacional, reflexionó el analista económico, Mauricio Medinaceli.
La reflexión lo hizo en el programa Pentágono de canal 13, hace un par de semanas, en donde participaron también el economista José Gabriel Espinoza, el analista energético Francesco Zaratti y Juan Carlos Nuñez, director de la Fundación Jubileo.
“Si nosotros no exportamos no tenemos divisas, y nos quedamos solo con nuestros billetes en el mercado interno y no se genera valor”, afirmó Medinaceli a tiempo de reiterar que las exportaciones son claves para desarrollar el país.
Entretanto, Zaratti mencionó que las ventas de Bolivia al mercado externo alcanzaron a 9.000 millones de dólares, de ellos 4.000 millones corresponden a minería, que entra dentro de las medianas y con empleo lícito, pero no renovable y tampoco amigable con el medioambiente.
El segundo lugar ocupa el sector hidrocarburos, que no es amigable con el medioambiente y generan poco empleo; y el resto corresponde a los productos no tradicionales, es decir 2.000 millones, agregó.
Al respecto, Espinoza aclaró que de los 2.000 millones de dólares que corresponden a los no tradicionales, 1.000 millones corresponden a la soya, y este ya es un commoditie y su precio en el mercado internacional pesa mucho en el mercado interno.
Dijo que el 2018 el precio de la soya estaba mejor que en similar período de 2019, y apuntó que Bolivia siempre fue considerado primario exportador, y la historia no cambió en los últimos años.
Mientras tanto, Nuñez dijo que el país no cambió su modo de producción desde los años 60, y además la generación de valor agregado requiere el uso de alta tecnología, y esta viene con conocimiento, con formación del capital humano. “El capital humano es importante para hablar de diversificar la economía del país”, resaltó.
APERTURA
En reiteradas oportunidades el Gobierno dijo que no requiere del mercado internacional para crecer, sino el interno, y su modelo apuesta a la inversión pública y a los ingresos por la venta de materias primas.
Los años de bonanza de los precios de las materias primas generaron ingresos importantes para Bolivia por la venta de minerales y gas a Argentina y Brasil, sin embargo a partir de 2015 la situación cambió y el crecimiento y los recursos disminuyeron.
Sin embargo, ahora el Gobierno entendió al parecer la importancia de las exportaciones. Aceptó liberar el 60 por ciento de la producción de soya para la exportación, abre mercados de China y Rusia, y también mira a Perú y Paraguay.
En el caso de China, ya se anunció que hasta agosto se pretende enviar la primera partida de carne, y el sector ganadero anuncia que la misma puede alcanzar hasta finales de año las 40.000 toneladas.
GOBIERNO
Entretanto, el canciller Diego Pary afirmó que el Gobierno encara “sin condicionamientos” políticos, los desafíos que tiene el comercio exterior boliviano ante el aumento de la demanda de productos tradicionales y no tradicionales que oferta el país a mercados internacionales, según ABI.
“Los mercados se abren cada vez más para Bolivia, los mercados cada vez están siendo mucho más receptivos a los productos bolivianos, pero lo importante es que nuestros productores produzcan (...), una vez que nuestro mercado interno esté satisfecho, podemos pensar en la exportación de todos los productos”, explicó.
En una entrevista con la Red Patria Nueva, Pary confirmó que Estado Unidos amplió la cuota de importación del azúcar boliviano hasta 9.663 toneladas para 2019.
“Si bien tenemos profundas diferencias políticas con el gobierno de Estados Unidos (...), tenemos un diálogo permanente con sectores empresariales, con otros actores (...). Este año tenemos una sobreproducción de azúcar y por primera vez hemos logrado, en un diálogo directo y sin condicionamientos con Estados Unidos, lograr ampliar nuestro cupo para la exportación del azúcar”, refrendó.
En 2018, los ingenios del país lograron una producción superior a los 12 millones de quintales de azúcar, superando por mucho los 9 millones que requiere el mercado interno, informó el sector azucarero.
“También es importante destacar que ha sucedido lo mismo con Chile. Bolivia tiene un cupo de 7.000 toneladas para exportar azúcar a Chile, nunca se activó esas 7.000 toneladas de exportación y ahora, para este año, se han activado”, agregó Pary.

Mujeres de guarda bocaminas viven en condiciones de extrema pobreza en el Cerro Rico
Mujeres de guarda bocaminas viven en condiciones de extrema pobreza en el Cerro Rico
https://www.youtube.com/watch?v=CdDZAkotzIU&feature=youtu.be
Potosí, 28 jun 2019 (ATB Digital).- Un estudio realizado por la Fundación Jubileo en el Cerro Rico de Potosí, devela las condiciones precarias en las que trabajan las guardas bocaminas, mujeres que tienen la misión de cuidar los accesos a las galería y las herramientas de trabajo en las minas. Los cuartos en los que habitan están construidos al lado del ingreso a las bocaminas, un espacio de aproximadamente 12 y 16 metros cuadrados donde conviven entre 5 a 6 personas. No cuentan con seguro de vida, estabilidad laboral, trabajan 24 horas al día, los 7 días a la semana y su salario mensual va de 300 a 500 bolivianos.

Develan que las palliris viven en condiciones de pobreza en Potosí
Develan que las palliris viven en condiciones de pobreza en Potosí

Las palliris que realizan la palla son consideradas socias de las cooperativas.
La minería del Cerro Rico de Potosí generó fortunas y sigue siendo bastión de la economía regional pero en medio de esa vorágine productiva, las mujeres palliris solo cogen las migajas de esa actividad.
Un estudio de Fundación Jubileo destaca la cortina de humo que cubría a la actividad de quienes tienen la misión de cuidar los accesos a las galerías y herramientas de trabajo en las minas del Cerro Rico de Potosí.
El trabajo presentado ayer en la Villa Imperial señala que actualmente existen mujeres guarda bocaminas que viven en extrema pobreza sin acceso a los servicios básicos y a un pago inferior al mínimo nacional, señala el informe.
“La presencia de las mujeres en esta actividad (minería) refleja la lucha por la supervivencia de sus familias y de la suya propia. La minería se ha constituido, para ellas, en una alternativa económica de subsistencia, obligadas a desarrollar actividades mineras limitadas por factores de creencias, cultura y, fundamentalmente, por el lugar que ocupan en la cadena productiva, lo que les genera ingresos económicos bajos e insuficientes para acceder a condiciones de vida dignas”, señala el documento.
"Las condiciones en las que viven las guardas son muy pobres y precarias, los cuartos que habitan están construidos al lado del ingreso a las bocaminas, en un espacio aproximado entre 12 y 16 metros cuadrados, con material rústico de adobe, piedra y calamina, todas tienen piso de tierra", se remarca.
Se apunta que las casuchas pertenecen a los socios de las cooperativas; las familias viven en un alto grado de hacinamiento, pues conviven un promedio de 5 a 6 personas en estos espacios limitados, sumado a ello, esta habitación, en algunos casos, también sirve como depósito para guardar las herramientas y explosivos de los trabajadores mineros, lo que hace que haya mayor inseguridad para las mujeres y sus familias, especialmente los niños.
Con cuatro hijos en promedio, las mujeres de las minas viven sin agua potable por tubería, sin acceso a sistema de alcantarillado y con una serie de limitaciones que hacen de sus condiciones de vida una de las más precarias del país.
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Palliris existirían en los sectores denominados La Plata, Caracoles y Robertito en el Cerro Rico de Potosí.
Ganan entre 500 a 1.000 Bolivianos
Las mujeres que trabajan para cooperativistas mineros perciben en promedio entre 500 a 1.000 Bolivianos y una sola de ellas percibe un ingreso de 1.500 Bolivianos.
Actualmente el salario mínimo nacional es de 2.121 Bolivianos pero esas mujeres que trabajan las 24 horas al día, los 7 días a la semana no acceden nisiquiera a ese monto.
Se intentó obtener la versión del Director Departamental de Trabajo, Evert Ruiz, respecto al incumplimiento del pago del salario mínimo nacional pero estaba en una reunión.
"En caso de pérdida de algún equipo o herramienta de trabajo, ellas, asumen toda la responsabilidad, teniendo que pagar con el salario que perciben. En circunstancias extremas donde ya no perciben remuneración, el trabajo de cuidar la mina se desarrolla en una condición de servidumbre, muy bochornosa para el ejercicio de derechos", destaca el reporte.
El documento de la Fundación Jubileo muestra el drama que viven las mujeres guarda minas y llama al accionar de las autoridades del área social y económica.

Vaca Muerta mejora producción y Bolivia deberá bajar sus precios
Vaca Muerta mejora producción y Bolivia deberá bajar sus precios
Las empresas que operan el campo argentino aceleran la producción del energético, lo que supone una baja en los costos que afectará a Bolivia, según expertos.
Lidia Mamani / La Paz
La explotación no convencional de hidrocarburos en la formación geológica de Vaca Muerta, Argentina, sumó esta semana un nuevo récord de etapas de fractura, lo que aceleró su producción de gas, bajó sus costos y, a futuro, obligará a Bolivia a competir en el mercado a precios más bajos, según el análisis de expertos.
La nueva marca de etapas de fractura se registró en el bloque Bajada del Palo Oeste, donde las petroleras alcanzaron 11 etapas en 24 horas, y superaron las 7,6 etapas en un día, alcanzadas hace un mes, reportó Río Negro.
Al respecto, el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, explicó que Argentina ya no necesita descubrir el shale gas (gas de lutitas) que hay en la cuenca neuquina, sino sólo producirlo, lo que hace que sus costos de producción bajen y, por lo tanto, el gas producido y ofrecido al mercado sea menos costoso.
“Para que el gas boliviano llegue al país vecino tiene que ir a competir con el precio bajo de Argentina. No estamos diciendo que no podrá competir, sino que ya no podremos tener precios elevados como antes, porque hay varios productores que extraen gas y cada vez son más competitivos, incluso pueden llegar hasta el nivel de Estados Unidos”, manifestó Ríos.
Eso significa que el gas de Vaca Muerta ahora puede llegar a Chile, Brasil, abastecer a la misma Argentina e incluso ser exportado a otros continentes mediante el Gas Natural Licuado (GNL).
“Esta competitividad sin duda le impacta a Bolivia porque el país tiene que ir a competir en el mercado argentino con este gas producido en Vaca Muerta, que ya no hay que descubrirlo y esa es la gran diferencia con el gas boliviano, que es competitivo, pero hay que descubrirlo. El efecto para el país será que los ingresos que se percibirán por la exportación van a ser menores, por los bajos precios”, sostuvo.
Agregó que luego de 2020, cuando concluya la cuarta adenda suscrita con el mercado argentino, en febrero de este año, la negociación que se haga será sobre la base de los costos de producción que tengan las empresas que operan en Argentina.
El investigador de la Fundación Jubileo Raúl Velásquez coincidió al mencionar que las empresas que operan en Vaca Muerta, al igual que en el presal de Brasil, hicieron fuertes inversiones en tecnología y eso les permitió abaratar costos que cada vez vienen a ser menores.
“Para Argentina lo complejo ya pasó, por lo tanto, los precios de los costos tienden a disminuir y subir las ganancias de las petroleras; lo mismo sucedió con el presal al explorar las capas salinas para llegar al reservorio. En ese sentido, el gas boliviano tendrá que competir con los dos países que eran nuestros mercados y ahora son competencia”, dijo.
Velásquez recordó que a estas alturas lo ideal hubiera sido que los acuerdos que se anunciaron con Perú o Paraguay se hubiesen hecho efectivos hace cinco años, para estar en mejores condiciones a las negociaciones que se tendrán con Brasil y Argentina.
El experto consideró que las autoridades ya no pueden seguir con el discurso de que “Bolivia es el corazón energético de la región”, cuando la producción de Brasil está en crecimiento, lo mismo que la de Argentina, mientras que, en la actualidad, las reservas del país tienden a decrecer, puntualizó.
Potencial argentino
- Campo Vaca Muerta es la principal formación de shale (tipo no convencional de gas) en Argentina. El campo está en la Cuenca Neuquina, al sudoeste del país, y tiene una superficie de 30.000 kilómetros cuadrados, de los cuales YPF posee la concesión de más de 12.000, según medios locales.
- Reserva Los estudios realizados en el yacimiento permitieron confirmar que Vaca Muerta tiene un potencial para la obtención de gas de unos 308 trillones de pies cúbicos (TCF), además de contar con recursos importantes de petróleo.
- Inversión La estatal YPF y Chevron, además de Total y Royal Dutch Shell en ocho años invirtieron 13.000 millones de dólares, sólo para la fase de exploración del campo.

Bolivia está a meses de llegar a los 11,5 millones de habitantes, según el INE
Bolivia está a meses de llegar a los 11,5 millones de habitantes, según el INE
El Gobierno central afirma que el crecimiento está bajo control. Expertos aseguran que va a tener que mejorar las políticas para evitar la masiva migración a las zonas urbanas y dotarles de una mejores condiciones laborales y habitacionales

HACE 23 HORAS
Solo falta el nacimiento de 35.000 personas más para que lleguemos a ser 11,5 millones de bolivianos. Y eso se va a dar en los próximos meses, según la tasa de crecimiento anual de 1,42%, prevista por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en base al Censo de Población y Vivienda realizado en 2012. El Gobierno central afirma que este crecimiento está bajo control.
Expertos aseguran que va a tener que mejorar las políticas para evitar la masiva migración a las zonas urbanas y dotarles de una mejor calidad de vida, condiciones laborales y habitacionales.
El portal web del INE calcula que hasta el anterior miércoles (19 de junio), éramos 11.465.000 personas. Los datos más específicos dan cuenta que en el eje central, la población sigue creciendo y significa un 72% del total de habitantes. La Paz tiene 2,9 millones, Cochabamba 1,9 millones, mientras que el departamento de Santa Cruz concentra 3,3 millones. En total, son más de 8,2 millones en el eje troncal. Y esa tendencia continuará. El ente estatal también muestra que la migración nacional ha ido decreciendo en los últimos años. De 2,68% el 2012 al 1,51% este 2019. La población denominada ‘económicamente activa’ (entre 15 y 59 años), hasta este 2019 es de 6,7 millones.
Reto y oportunidades
Para el Gobierno, este crecimiento poblacional representa un reto y una serie de oportunidades. Según la ministra de Planificación del Desarrollo, Mariana Prado, desde la perspectiva de que como Estado se tiene que garantizar la provisión de servicios públicos a mayor cantidad de población, que demanda más educación, alimentos, seguridad social, transporte.
“Es un reto ver cómo proveer los servicios y seguir garantizando que la gente tenga una buena calidad de vida. Pero también resulta una oportunidad porque se convierten en potenciales consumidores de bienes y servicios, potenciales trabajadores, fuerza laboral que se incorpora a nuevas actividades en la economía.
En economía, la medida que se usa es tener un crecimiento económico por encima del crecimiento de la tasa poblacional. Y en eso estamos. La tasa de crecimiento ha estado alrededor del 1,4% y nuestro crecimiento económico anual está en promedio entre un 4,7% y un 5%. Entonces, ahí es posible ganar esa brecha que genera riqueza, que genera ahorro. Estamos listos”, manifestó la autoridad. Para Prado, Bolivia es un país con una extensión territorial grande y con la cantidad poblacional hay un espacio de crecimiento aún posible que hay que sostener. Recordó que existe un programa de asentamientos para que la gente, que es la fuerza y el motor de una economía, vaya a permanecer a otros lugares del país.
Santa Cruz capta migración
Si se habló de concentración en las zonas urbanas, Raúl España, director del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), señaló que el departamento de Santa cruz es la región con más habitantes y el principal captador de población migrante.
“El eje central sigue siendo, además de ser el eje económico del país, el que concentra la mayor parte de la población, aunque el departamento que mayor porcentaje ha incrementado su población es Santa Cruz; no solo por el crecimiento demográfico natural, sino porque el occidente está expulsando población y Santa Cruz lo está captando”, expresó. Dijo que la gente migra más que todo con la expectativa laboral, de encontrar empleo, de hacer negocio.
En tanto que la migración hacia occidente, que es a menor escala, hacia La Paz tiene que ver con los estudios, el trabajo y la dinámica política, especialmente. Por otro lado, observó que hay un proceso de migración del campo y las ciudades. “Estamos por encima del 60% de la población urbana respecto a la rural. Y esto es cada vez mayor.
Pese a que con la coparticipación tributaria y el proceso de ‘municipalización’, los municipios ya reciben recursos propios y pueden generar dinámicas propias. Esto explica mucho este proceso de crecimiento de la población urbana”, añadió. Propuso generar políticas orientadas a la dinamización cada vez mayor de concentraciones urbanas intermedias, lo que significaría una política tendiente a trabajar en una mejor municipalización del país y mejorar la calidad de los servicios, que le haría bien a este proceso de contención de la migración.
Población activa
Por su parte, el investigador de la Fundación Jubileo, Jaime Pé- rez, sostuvo que las autoridades encargadas de hacer políticas públicas tendrían que prestar mucha atención en la población de entre 15 y 59 años, que es la potencialmente activa. “Está creciendo. En 2012, el 57% de la población tenía esta edad y actualmente casi llega al 59%. En números estaríamos hablando de una población de 6,7 millones de personas potencialmente activas”, señaló Pérez.
El ejecutivo expresó que esto es fundamental porque quiere decir que en este periodo Bolivia se está caracterizando por tener un gran potencial de mano de obra y hay que aprovecharlo “porque este crecimiento, según las proyecciones, será hasta el 2030 y a partir de ahí, decrecerá y lo que se incrementará será la población adulta mayor de más de 60 años”, advirtió.
En ese sentido, señaló que este crecimiento debe tener una característica de mucho cuidado, ya que se tiende al envejecimiento y va a haber un cambio en las características de la población en poco más de 11 años.
Por último, Pérez explicó que el mayor incremento será en la población potencialmente activa, entre 15 y 59 años, y este Gobierno y los futuros gobiernos deberían tener políticas específicas de atención a esta población para dotarle de un empleo de calidad, formal que le permita vivir dignamente. “Si las condiciones actuales que tenemos, con la cantidad de la población, serían similares dentro de los próximos cinco años, estaríamos en una situación muy preocupante”, finalizó

Renta Dignidad, su aumento y la sostenibilidad en año con déficit
René Martínez Céspedes / La Paz
El Gobierno anunció el incremento de 50 bolivianos mensuales para el pago de la Renta Dignidad a sus beneficiarios. Esta decisión se aplica en un contexto de déficit fiscal, con una tendencia de gastos que se incrementan e ingresos que se reducen, lo que pone en duda la sostenibilidad de su financiamiento.
Autoridades económicas del Gobierno comprometieron que desde julio de 2019 el pago mensual de la renta subirá de 300 a 350 bolivianos para los no rentistas y de 250 a 300 bolivianos para los rentistas. En suma, los beneficiarios llegan a un millón de personas en el país.
Según la presentación del Presupuesto General de la Nación 2019, inicialmente se tenía contemplado un monto total de 3.936 millones de bolivianos para el pago de este bono. Se estima que el incremento de la Renta Dignidad significaría, en adelante, un costo adicional de más de 700 millones de bolivianos anuales.
Los bonos, como un avance social, más aún si contribuyen a reducir la pobreza, deben tener un financiamiento que esté garantizado, más allá de las coyunturas económicas. Esta es una responsabilidad de quienes administran el Estado.
En el actual contexto económico el país atraviesa por un déficit fiscal y este beneficio se financia básicamente con ingresos de la venta de recursos no renovables –como el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH)- los cuales han caído en los últimos años.
Este bono, a pesar de que no estaba comprendido ni en el Referéndum del Gas (2004) ni en la Ley de Hidrocarburos (2005) que creó el IDH, de acuerdo con la Ley de la Renta Dignidad (2007), es financiada principalmente con el 30% del IDH de los recursos asignados a gobernaciones, municipios, Fondo Indígena y Tesoro General de la Nación (TGN).
Desde su creación, el año 2007, la Renta Dignidad ha tenido diferentes incrementos y ampliaciones, como la inclusión del aguinaldo. En los primeros años de implementación y durante la pasada temporada de bonanza, los recursos del IDH fueron suficientes para cubrir este beneficio, e incluso se acumuló un fondo; pero desde la caída de los ingresos por la venta del gas, el 30% del IDH que se destina a este beneficio ya no alcanza.
Como cualquier otro bono, la Renta Dignidad es un gasto corriente; además, es recurrente e inflexible a la baja, es decir que no se puede reducir ni dejar de pagar. Este tipo de gastos debieran ser financiados con ingresos que provengan de fuentes sostenibles y estables en el tiempo y que no depende de recursos no renovables (perecederos) con precios volátiles.
Una evidencia de que el IDH no alcanza para el pago de este beneficio son las declaraciones del Gobierno respecto a que el incremento de la Renta Dignidad será cubierto con recursos del TGN.
Sin embargo, aquí se presenta un problema, el sector público se encuentra en déficit desde el año 2014, y específicamente el Tesoro General de la Nación (que son los recursos que administra el nivel central, principalmente provenientes de impuestos) también está en déficit.
En su momento, cuando el Estado tenía superávit, tenía que haberse dado sostenibilidad al financiamiento de este importante beneficio, y a las finanzas públicas en general, en el marco de reformas fiscales.
Pero la tendencia en el incremento de gastos del sector público sigue en ascenso, el déficit se va profundizando, lo que
conlleva a generar mayor endeudamiento. A mediano plazo, la situación es insostenible y será más complicado atender las necesidades de la población más vulnerable.
La Renta Dignidad o Renta Universal de Vejez fue establecida mediante Ley 3791, de noviembre de 2007 (reemplazando al Bonosol creado en 1996), en el gobierno del presidente Evo Morales. Se trata de un pago vitalicio a todos los bolivianos residentes en el país mayores de 60 años.
René Martínez Céspedes, Analista de Fundación Jubileo

Déficit fiscal, alentado por obras no rentables y gasto burocrático
Un jefe de hogar que hace seis años gasta más de lo que gana, y que para cubrir sus deudas recurre cada vez más a los préstamos, pone en riesgo a su familia. Así es, según los economistas, que se puede interpretar el déficit fiscal que arrastra el país desde 2014, y que, a criterio de ellos, es alentado por los proyectos públicos no rentables y el gasto burocrático.
De acuerdo con un informe de la Fundación Milenio, los datos más recientes de las cuentas fiscales en Bolivia muestran un déficit del sector público no financiero (la suma del Gobierno general y las empresas públicas) en 2018 de Bs 22.670 millones, superior a los Bs 20.278 millones de 2017. Aunque para esta gestión el Presupuesto General del Estado (PGE) proyectó un déficit fiscal de Bs 21.502 millones, Bs 1.168 millones menos que en 2018.
A pesar de esta reducción, desde Milenio indicaron que tomando los datos de 2018 estas cifras son las más altas en al menos tres décadas, y que para hacer una comparación más adecuada es preciso relacionar este déficit con el Producto Interno Bruto (PIB). Con este ajuste, según el documento, se observa que el nivel registrado en 2018 es del 8,1% con respecto al PIB, ubicándose como el segundo más alto en el periodo mencionado.
Indican que no puede dejar de preocupar lo que sucede en las cuentas fiscales, que en los últimos años fueron descuidadas. “Tener un déficit superior al 3% del PIB es preocupante, pero además que sea creciente puede convertirse en un factor de riesgo importante. El contexto nacional, regional e internacional puede desequilibrar la economía, dejando al país en una situación muy desventajosa. Si se observa el presupuesto para 2019, no existe indicio alguno de prudencia fiscal y, al contrario, se busca mantener elevado tanto el gasto como el déficit, este último con el 7,8% del PIB. Ajustar las cuentas públicas es un imperativo”, remarca el informe de la Fundación Milenio.
Otras lecturas
René Martínez, analista de la Fundación Jubileo, sostuvo que el hecho que el déficit fiscal esté cerca del 10% con respecto al PIB preocupa y que la economía nacional corre el riesgo de verse afectada en las variables macroeconómicas a mediano plazo.
Hizo notar que desde 2015 los ingresos por las exportaciones de los hidrocarburos disminuyeron, mientras que la recaudación tributaria se congeló.
Así, según datos del PGE 2019, la recaudación tributaria en el mercado interno, más el aporte de la Aduana y no tomando en cuenta el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) en 2015, fue de 50.441 millones; en 2016 bajó a Bs 47.591 millones; en 2017 siguió con la misma tendencia y fue de Bs 47.420 millones; en 2018 subió a Bs 49.208 millones y para esta gestión la proyección tiende a la baja, y es de Bs 49.118 millones.
Mientras que el gasto corriente, a criterio de Martínez, en similar periodo tuvo una tendencia al alza, lo que generó un desequilibrio financiero.
En la presentación del Ministerio de Economía del proyecto del PGE 2018 y 2019 se detalla que el gasto corriente en 2014 fue de Bs 108.604 millones, en 2015 subió a Bs 126.626 millones, mientras que en 2017 bajó a Bs 117.631 millones; en 2018 volvió a subir a Bs 121.729 millones y para 2019 se proyectó un gasto corriente que llega a Bs 131.756 millones.
Martínez subrayó que para ‘tapar’ la realidad, el Ejecutivo está recurriendo al préstamo interno-externo, que ya asciende a los $us 20.000 millones.
“Para tratar de controlar esta variable se debe contraer el gasto corriente, optimizar los recursos y disminuir los gastos burocráticos y en obras públicas que no generan utilidades “, precisó Martínez.
A su vez, el analista Germán Molina subrayó que en la Presidencia de Juan Evo Morales, los primeros ocho años se caracterizaron por un superávit, mientras los últimos seis por un déficit fiscal, que si se lo suma llega a un 41,2%, un porcentaje que de acuerdo con su lectura es preocupante y que para controlarlo necesita frenar el actual gasto corriente para no seguir contrayendo una deuda pública.
“Se deben frenar los gastos superfluos, como viajar en helicóptero, el pago de publicidades, la inversión en proyectos que no generan ningún beneficio y reducir la burocracia, que cada año es más cara”, indicó Molina.

YPFB prevé $us 600 millones para gasoducto con Paraguay
Lidia Mamani / La Paz
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) prevé destinar 600 millones de dólares en el proyecto de construcción del gasoducto entre Bolivia y Paraguay.
Expertos afirman que el plan de venta de carburante al país vecino no es nuevo y que su mercado es muy pequeño. Además, se cuestiona la capacidad energética del país, que tiene problemas para cumplir con los envíos acordados a Brasil y Argentina
“Es una inversión grande, son 600 millones de dólares para este gasoducto y la primera etapa es hacer un estudio de factibilidad o de ingeniería, para que nos pueda permitir identificar el trazado, los costos y la viabilidad del proyecto. Eso se acordó con Paraguay, con los socios de Petropar, para iniciar estas actividades lo antes posible”, manifestó ayer el gerente de Administración Económica y Financiera de YPFB, Rodrigo Durán.
El estudio de viabilidad, según lo acordado entre ambos países, consiste en trabajar en un periodo de ocho meses, para definir las condiciones y características del gasoducto, indicó Durán, en entrevista con Patria Nueva.
En cuanto a las inversiones que se requerirán en la primera etapa, apuntó que una parte será cubierta por YPFB y otra por Petropar (Petróleos Paraguayos, firma público-privada). El estudio permitirá identificar el trazado y particularidades del ducto.
“La idea del gasoducto es ampliar nuestra integración con Paraguay para establecer una venta de alrededor de seis a 10 millones de metros cúbicos de gas por día (MMmcd). Estamos desarrollando también nuevos mercados para garantizar que la producción adicional tenga un mercado de destino y que esto nos permita diversificar nuestros mercados”, agregó el funcionario.
El exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos comentó a Página Siete que Paraguay es un país pequeño, por lo tanto, su mercado también lo es. A eso se debe agregar que su mayor mercado de energía, el eléctrico, está cubierto por dos hidroeléctricas.
“El mercado mayor, el del sector eléctrico, está cubierto por las hidroeléctricas que tienen, por lo tanto, por ese lado no hay mucha demanda para el gas natural; el sector industrial principalmente está con el agroindustrial y agropecuario, no hay una industria pujante, por lo tanto, tampoco se ve una demanda por ese lado y los domicilios y comercios demandan muy poco gas”, explicó el experto.
En ese contexto, Ríos agregó que lo que se tiene que hacer es esperar que un anuncio de acta de “buenas intenciones” entregue el estudio de factibilidad y especifique quién invertirá en las obras del gasoducto, quién será el comprador del gas boliviano y a qué precio van a comprarlo. Cuando se dé toda esa información habrá que ver si se puede ejecutar o no la obra.
El investigador de la Fundación Jubileo Raúl Velásquez mencionó que desde 2013 se insiste en la necesidad de que Bolivia gestione nuevos mercados para el gas natural, por lo que en primera instancia la suscripción del convenio en el gabinete binacional Paraguay-Bolivia es un avance, ya que asegurar mercados es un incentivo para la inversión, exploración y desarrollo.
“Lo preocupante en este y otros casos es que, fruto de estas reuniones, se hacen importantes anuncios e intercambio de carpetas, que en el tiempo no se traducen en realidad. Claro ejemplo es que este gasoducto binacional ya fue anunciado en septiembre de 2005; posteriormente, en marzo de 2010 la CAF ya financió un estudio para el gasoducto Bolivia-Paraguay-Uruguay y se volvieron a firmar intenciones en 2018”, indicó.
La relación comercial con Paraguay se basa en la energía
- GLP Desde 2013, cuando Bolivia y Paraguay suscribieron el contrato de compra-venta de Gas Licuado de Petróleo (GLP), hasta mayo pasado, se comercializaron 290 mil toneladas métricas del producto, volumen que representó un ingreso de 129 millones de dólares para el país, según YPFB. Paraguay demanda 100 millones de kilos de gas licuado por año.
- Antecedentes En un congreso de gas y petróleo que se llevó a cabo en 2017 también se anunció que se analizará la factibilidad técnica y logística para la construcción y operación de una Planta de Engarrafado por parte de la petrolera boliviana YPFB en territorio paraguayo. Hasta la fecha sólo se prosiguió con la venta de GLP que se envía al país vecino.
- Plan El miércoles, el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, indicó que se prevé que, una vez concluido el tendido del gasoducto, Bolivia exporte entre seis y 10 millones de metros cúbicos de gas natural por día al mercado de Paraguay. “La idea es dar hoy un inicio a la ingeniería de diseño final para realizar el gasoducto y calcular su costo”, dijo, según ABI.

Expertos dudan sobre factibilidad de construir un ducto a Paraguay
Empresarios y autoridades estatales de Bolivia y Paraguay, mostraron su entusiasmo por el encuentro histórico de ambos países para lograr seis acuerdos empresariales y 16 entendimientos para el beneficio de ambos países en el campo empresarial y diplomático. Pero existen dudas en el país, sobre la realización efectiva en el tendido de un gasoducto entre Villamontes (Bolivia) y Asunción (Paraguay).
“Se planteó formalmente en el acuerdo firmado, la realización de un estudio de prefactibilidad, para que en ocho meses, tengamos un resultado y entre ambos países, busquemos a los inversores para que ese gasoducto de Bolivia a Paraguay, sea una realidad. Con ese resultado, se podría hacer la licitación para conseguir a los inversores”, dijo el ministro de Obras Públicas del país vecino, Arnoldo Wiens, al término de la reunión biministerial.
A su vez, el ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Alberto Sánchez, señaló que el memorándum marca el camino para consolidar el tercer mercado de exportación de gas natural boliviano, cuyo inicio de operaciones se prevé que sea el año 2024.
El objetivo de los paraguayos, es reconvertir ese gas boliviano en energía eléctrica, utilizarlo en su territorio y venderle más a Brasil y Argentina, a través de sus hidroeléctricas.
Dejan dudas
Pero el detalle es que ninguno de los países ha referido el volumen que piensan comercializar, hasta tanto no tener ese estudio de prefactibilidad. Esto fue el objeto de las dudas de los expertos bolivianos.
Raúl Velásquez, experto de la Fundación Jubileo, preguntó primero por las condiciones de ese convenio en términos de volúmenes para tener una idea cabal de lo que se quiere hacer.
“Es positivo que se avance en la gestión de nuevos mercados. El gasoducto hacia Paraguay se lo viene anunciando desde 2015. Ojalá hasta enero, se tengan los resultados del estudio y se pueda avanzar en el gasoducto. Puede ser interesante, ya que es previsible que el nuevo contrato con Brasil podría tener cambios en volúmenes”, dijo.
El analista Hugo del Granado, desveló que la producción de gas en Bolivia ha bajado de manera significativa y coincidió que la posibilidad de abrir nuevos mercados va a depender de cuánto se pueda vender y cuánto volumen va a requerir Brasil.
“En la medida que el mercado brasileño demande como lo ha estado haciendo ahora (30 MMm3/d), Bolivia no va a tener la capacidad para atender otros mercados. Esa es una realidad. Si a la Argentina podemos exportar 10 MMm3/d en verano y 16 MMm3/d a 18 MMm3/d en invierno, al Paraguay no podríamos exportar ni 2MMm3/d”, explicó.
Por su parte, el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, aplaudió el entusiasmo de ambos países, pero consideró que Paraguay es un mercado muy pequeño para grandes expectativas.
“Lo que esperamos es que en estos ocho meses, nos entreguen varios datos que necesitamos saber, antes de emitir una posición. Hay que saber la demanda; si va a contratar el Estado, los empresarios o el sector eléctrico; quién va a financiar el gasoducto desde el Chaco boliviano hasta Asunción o Ciudad del Este; cuál será la tarifa de transporte. Hacer un estudio de factibilidad”, dijo.

Ven inviable que Incahuasi cubra el bajón de gas
El incremento en la oferta de gas natural que representa el campo Incahuasi -subió de 8 a 11 Millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d)- no alcanza para solucionar la caída en la producción nacional del energético, según coinciden expertos.
La producción de los hidrocarburos refleja un descenso entre 2015 y 2019. Hasta abril de 2019 se registraba un promedio de producción de 42 MMm3/d, un 30% menos que hace cuatro años, según los datos de la Secretaría de Hidrocarburos de la Gobernación de Tarija.
El martes, el presidente Evo Morales, visitó Incahuasi y dijo que con los 3 MMm3/d adicionales, Bolivia era capaz de producir alrededor de 59 MMm3/d. Asimismo, en abril también se anunció el descubrimiento de reservas con el pozo Incahuasi-5, que en los próximos meses sumará otros 3,5 MMm3/d adicionales.
Morales agregó que el siguiente paso es seguir invirtiendo en la industrialización de gas.
Sin embargo, el analista Francesco Zaratti, dijo que se debe evaluar si conviene más exportar gas que industrializar. Por ejemplo, dijo que la planta de urea no justifica con sus utilidades el precio subsidiado del gas que usa como materia prima que es de $us 0,96/Mpc. “En opinión de economistas expertos, Bolivia ganaría más exportando ese gas que usándolo en la planta de Bulo Bulo (el precio está entre $us 4 y 5 )”. Zaratti dijo que la industrialización del gas es buena para el país, pero hay que hacerlo bien.
El experto en hidrocarburos, Hugo del Granado, coincide con Zaratti al indicar que el Gobierno no puede seguir subvencionando los proyectos con gas barato. Sostuvo que los emprendimientos acometidos por el Gobierno no han sido exitosos y el estatismo ha privado a Bolivia de buscar socios, por lo que los riesgos crecieron. Sugirió hacer una evaluación de cada proyecto y determinar las razones de sus bajos rendimientos.
Mientras Raúl Velásquez, especialista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, destacó a la agencia ANF el incremento en la oferta de gas, pero advirtió que sería ingenuo creer que un solo campo soluciona la caída de producción nacional. Además, señaló que la oferta de Incahuasi permite compensar la caída de los campos Sábalo y San Alberto.

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